EL ARBOL

Es bien sabido que si no halláramos oxígeno en el aire para respirar dejaríamos de existir.
Pero por suerte aún los árboles esos seres que en silencio no acompañan desde siempre, cumplen una función mucho más importante que la ornamental, desde hace 500 millones de años son ellos quienes por medio de un complejo proceso llamado fotosíntesis transforman el dióxido de carbono o anhídrido carbónico en oxígeno, que necesitamos. Pero eso no es todo, tienen la capacidad de neutralizar ciertos contaminantes como en dióxido de azufre al cual metabolizan es importante además su acción respecto a las bacterias y al polvo que retienen en sus hojas y que luego la lluvia las lava. Los árboles ayudan a regular la humedad y la temperatura ambiental. También mitigan otro tipo de contaminación, el ruido, que en exceso hace tanto mal y que a estos los generan las grandes ciudades. No cabe duda entonces de la importancia que tienen el árbol en la vida y el desarrollo del hombre, pero que importancia en verdad se le da al árbol.
Es frecuente ver avanzando el otoño por ejemplo ver como se practica una indiscriminada mutilación llamada poda, mediante la cual árboles de toda especie, edad y tamaño, corren la misma suerte a la hora de justificar dicho accionar. Es tradicional escuchar que cortar las ramas sirve para que crezcan con más fuerza, en realidad se consigue todo lo contrario, el árbol pierde fuerza se debilita y a la larga muere. Otra razón esgrimida no por pocos es que dicha poda sirve simplemente para no andar barriendo todos los días la basura de las hojas secas que ensucian todas las veredas y los frentes de las casas en cambio lo real según los entendidos, la poda se justifica cuando el árbol tiene una rama rota seca o enferma, cuando se hace necesario cortar algunas ramas para corregir la dirección en que crece la copa o cuando por un motivo muy especial los árboles no permiten el transito o visibilidad fluido de una ruta, lamentablemente es fácil comprobar como el hombre en minutos acaba con el trabajo que a la naturaleza le lleva muchos años hacer, porque un árbol no alcanza su desarrollo en días. Por eso cuando se tala un árbol, se talan años de desarrollo, las hojas que se caen en otoño no son basura, son parte de un maravilloso ciclo que se repite año tras año. El ciclo de la vida.
El árbol es símbolo y generador de vida, el hombre como ser inteligente debería velar por él.
En realidad cada hoja que se cae, es un mensaje de la naturaleza que nos anuncia con renovada esperanza que nuevos y verdes brotes llegarán con la primavera. Si entendemos que los árboles están aquí mucho antes que el género humano, cumpliendo con la magia de la vida tal vez podamos aprender y encontrar nuestro lugar en el mundo, y con ese espíritu, digo los árboles son santuarios, quien sabe hablar con ellos, quien sabe escucharlos aprende una gran verdad.

DANIEL V.